La Administración de Justicia ejerce uno de los poderes del Estado, el poder judicial, por lo que el ritual de un proceso judicial y las formalidades en un juicio también son importantes y están perfectamente detalladas en la normativa, con la finalidad primordial de ordenar la intervención de las distintas partes en controversia y que el ciudadano administrado pueda distinguirlas con mayor facilidad.
Los profesionales que intervienen en un proceso judicial, en términos generales son los siguientes:
- Jueces (titular de un juzgado unipersonal) o Magistrados (componentes de un tribunal pluripersonal): son funcionarios de la Administración de Justicia, siendo los primeros de una categoría profesional inferior a los segundos; dirigen el proceso y toman la gran mayoría de las decisiones. Son quienes presiden los juicios.
- Secretario Judicial o Letrado de la Administración de Justicia (denominación actual): también es un funcionario de la Administración de Justicia, y su labor es dar fe de lo que ocurre en los actos de carácter jurisdiccional. Desde la incorporación de la grabación de los actos del juicio, su presencia en la vista judicial es prescindible. Forman parte del Juzgado o Tribunal que tramita el procedimiento judicial, y toman algunas de las decisiones de trámite.
- Ministerio Fiscal: es funcionario de la Administración de Justicia, y su función es velar por el cumplimiento completo y correcto de la normativa. Funciona de forma autónoma e independiente del Juzgado o Tribunal al que está adscrito. En términos generales, ejerce la acusación en los procesos penales y vigila la defensa de los derechos e intereses de los menores e incapaces en los procedimientos civiles en los que pueden ser afectados.
- Abogado: es un profesional independiente, que actúa en defensa de los intereses de su cliente, quien lo designa de forma privada o bien le es asignado en caso de tener reconocido el beneficio de justicia gratuita (abogado de oficio). Ejerce tanto la defensa como la acusación o reclamación, depende de la vía jurisdiccional en que deba actuar (civil, penal, laboral, contencioso-administrativo, etc.). Su intervención en algunos procesos judiciales, los más sencillos, no es obligatoria, aunque su asesoramiento siempre es recomendable. Suele ser el profesional que tiene un contacto más directo e intenso con la persona que necesita la intervención de un Juzgado o Tribunal.
- Procurador: también es un profesional independiente, encargado de la representación personal de quien deba intervenir en un proceso judicial, facilitando con su intervención la comunicación entre el órgano judicial y el cliente implicado en el proceso judicial. En algunos procesos judiciales tampoco es obligatoria su intervención, y en otros, no es obligatoria su presencia personal en las actuaciones judiciales, por lo que su trato personal con los clientes no es frecuente.
La mayor parte de los procesos judiciales se realizan por escrito, pero también tienen actuaciones presenciales, en las que habitualmente deberán intervenir los ciudadanos, como acusados, perjudicados, demandantes, demandados, testigos, peritos, etc. Las formalidades que rigen estas actuaciones van a depender del lugar en el que se lleven a cabo. La mayor formalidad y el ritual del proceso judicial tiene su mayor demostración en el acto del juicio, que se desarrolla en la sala del Juzgado o del Tribunal.
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