Una empresa de Cambridge especializada en software de predicción legal hizo una prueba enfrentando dicho software a un equipo de 100 abogados en relación con una reclamación financiera muy concreta. Los aciertos de la máquina superaron a los del equipo de abogados, ¿podrán llegar a hacer también todo lo que un abogado puede llegar a hacer por su cliente?
https://legaltechies.es/2017/11/01/casecrunch-el-primer-deep-blue-de-la-abogacia/
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2017/11/13/legal/1510593472_500242.html
La convivencia entre los individuos que forman una sociedad humana es compleja, con muchas facetas diferentes y con diversos intereses que hay que mantener en equilibrio para que esa convivencia sea posible, y no volvamos a la ley del más fuerte.
Para conseguir que este sistema funcione, se dictan multitud de normas por los poderes públicos que procuran el encaje de las diferentes realidades sociales para conseguir mantener la paz social.
El desconocimiento de la ley no exonera de su cumplimiento, pero es evidente que todo lo que se salga de la lógica vital no va a resultar fácil de conocer o entender, y por tanto de cumplir.
Y ahí es donde aparece el profesional que conoce ese sistema legal y que va a ayudarte a utilizarlo y a convivir con él de la forma más cómoda posible. Y ese profesional se llama abogad@.
Como la normativa y la ley alcanzan prácticamente todas las facetas de la vida de un individuo, habrá muchas ocasiones en que sea necesaria la intervención de un abogado.
1.- Para tomar decisiones.
Cada persona es peculiar y diferente, con sus circunstancias personales, familiares y económicas propias, con sus posibilidades y objetivos, por lo que resulta imprescindible buscar la solución jurídica que mejor se acomoda a dicha persona en cada momento.
El abogado busca esa solución jurídica, y muchas veces, como consecuencia de su experiencia profesional, puede dar incluso una solución humana, descubriéndole a su cliente posibilidades o respuestas que ni siquiera se había planteado, o informándole de consecuencias que nunca hubiese considerado posibles.
La decisión final la toma el cliente, pero es labor del abogado presentarle las diferentes opciones y hacer una estimación de las consecuencias, tanto jurídicas como económicas o emocionales.
2.- Para resolver problemas.
Aunque se haya tomado la precaución de cumplir el paso anterior, puede darse la situación de que ha surgido un problema, uno de esos que no se resuelve mirando a otro lado o dejando pasar el tiempo, de esos que son la mayoría de los problemas con los que se encuentran las personas.
El abogado analizará la situación en la que te encuentras, procurará darle la dimensión e importancia adecuada, y pondrá a tu alcance los medios que el sistema legal establece para dar solución y salida a esa situación.
No siempre será la respuesta más deseada o esperada por el cliente, que habitualmente tendrá que elegir entre una opción mala y otra peor.
Esta respuesta no necesariamente deberá pasar por un Juzgado, pues el abogado puede proponer otras formas de resolución del conflicto, pudiendo incluso actuar como intermediario para facilitar una comunicación rota o para modificar ideas o posiciones que se habían enquistado.
Por supuesto siempre queda la posibilidad de acudir a las autoridades para defender nuestro derecho, y también en esto el abogado ayudará, pues es su labor defender a su cliente y acompañarlo en todos los trámites y procedimientos que busquen la protección de los poderes públicos (incluso en contra de otros poderes públicos).
3.- Para asumir las consecuencias.
El abogado es un profesional que trata con personas, con problemas de personas, y de cada problema y de cada persona saca una conclusión, una experiencia, una percepción diferente de la realidad, que en la mayor parte de las ocasiones sobrepasa lo simplemente jurídico.
Como fruto de lo anterior, tal vez las predicciones no sean exactas ni los resultados sean precisos, pero en tanto las personas no sean algoritmos matemáticos, dos más dos no pueden ser cuatro.
Hablamos de esto y otros temas en A Tarde, Radio Galega.