La convivencia forzosa durante el período de confinamiento ha puesto a prueba a muchas parejas, que finalmente han optado por la ruptura, la separación o el divorcio. Es un tema que ha saltado a la actualidad de los medios de comunicación.
Es una situación habitual tras los períodos vacacionales, pero ya se está viendo que en esta ocasión va a sufrir un incremento importante, perjudicado notablemente por el colapso en los órganos judiciales por la paralización de su actividad y la tramitación preferente de los procesos directamente relacionados con las medidas del estado de alarma.
Es un tema que está de actualidad y que requiere información para que las personas puedan tomar las decisiones más ajustadas a su situación y evitar el empeoramiento de la convivencia y el deterioro en las relaciones personales, que, desafortunadamente, van a perjudicar primero y principalmente a los menores que están incluidos en esa unidad familiar.
La situación económica supone una circunstancia que afecta también en gran medida al mantenimiento de la unidad dentro de la familiar, por lo que la pérdida de empleo y de poder adquisitivo que ya ha comenzado con la paralización generalizada de la economía también supondrá un varapalo para solventar los problemas familiares y evitar su ruptura, teniendo en muchas ocasiones que optar por la solución menos mala.
A la espera de la resolución judicial, mediante acuerdos y procedimientos alternativos, como la mediación, podemos conseguir avanzar en una situación tan complicada.
Mediación, la solución a medida
En mi colaboración habitual con los medios, hablamos sobre este tema, tanto desde un punto de vista serio como desde uno un poco más amable.
A Revista Fin de Semana, Televisión de Galicia, 24/05/2020
Telexornal Mediodía 24/05/2020