Tomar decisiones bien asesorados evita cometer errores, y además facilita alcanzar acuerdos que permiten resolver conflictos sin tener que pasar por un juicio.
Muchos de nuestros clientes, cuando vienen al despacho por primera vez, lo hacen preocupados por algún problema legal, pero también abrumados por la complejidad de los términos jurídicos y lo farragoso que resulta el proceso judicial.
Separaciones, repartos de herencias, custodias de los hijos, problemas con los vecinos, denuncias por malos tratos, una detención, un abuso por parte de un banco o una gran empresa, la compra de una vivienda… son circunstancias muy habituales a los que muchas personas han de enfrentarse alguna vez en la vida, pero que suelen generar en los afectados muchas dudas.
Explicar con total claridad la situación real a la que se enfrentan, las distintas soluciones que se plantean, y los pros y contras que implican las diferentes alternativas, es la base de nuestra filosofía de trabajo como abogados, y la forma en la que entendemos el asesoramiento legal, que es la clave para tomar buenas decisiones.
Ganar juicios no es nuestra principal motivación, sino encontrar la solución más ventajosa para nuestros clientes. Más de 20 años de experiencia letrada nos demuestran que, en la mayoría de las ocasiones, un buen acuerdo es más beneficioso para el cliente que un juicio favorable.
La mediación es una de las vías que empleamos para la resolución de los problemas y alcanzar esos acuerdos ventajosos que perseguimos.
En otros casos, recurrir al juzgado es imprescindible para la consecución de los objetivos de nuestros clientes. Que acudan con una visión clara de todos los escenarios posibles y con las máximas garantías de éxito, es nuestra prioridad.